Estancias en castillos con un toque estacional
En los Scottish Borders, la historia se puede sentir maravillosamente tangible, con castillos que sirven tanto como mansiones señoriales como alojamiento para huéspedes. En diciembre, se añaden talleres de coronas navideñas, cetrería y cenas a la luz de las velas, creando estancias festivas llenas de carácter.
El castillo de Thirlestane (se abre en una nueva pestaña), en Lauder, no solo es uno de los castillos habitados más antiguos de Escocia, sino también uno de los más bellos, con una historia que se remonta al siglo XIII como fortaleza fronteriza para proteger Edimburgo. Todavía es el hogar de la familia Maitland y cuenta con un salón de baile, establos y techos con dorados del siglo XVII. Las estancias navideñas aquí pueden incluir cenas bajo sus brillantes techos, cetrería en los helados terrenos, así como actividades como tiro con arco y tiro al plato. Las visitas guiadas revelan los vínculos con el Príncipe Carlos Eduardo Estuardo y María Estuardo, además de un tesoro de retratos y bustos.
No muy lejos, en Kelso, el castillo de Floors (se abre en una nueva pestaña) se lleva la corona como el castillo habitado más grande de Escocia. Construido en la década de 1720 para el duque de Roxburghe, las casas rurales (se abre en una nueva pestaña) de la finca ofrecen estancias de invierno con cocina, con senderos junto al río y paseos por el bosque (se abre en una nueva pestaña) a la puerta. El taller anual de elaboración de coronas navideñas (se abre en una nueva pestaña) es uno de los eventos más destacados de diciembre y, aunque el castillo cierra durante la temporada, la cafetería y la tienda de delicatessen de la finca siguen sirviendo una amplia gama de productos de la región. Los terrenos también están abiertos para dar largos paseos invernales.
Mientras que el castillo de Floors se asoma al exterior a través de su vasta finca, Abbotsford (se abre en una nueva pestaña) atrae a los visitantes al imaginativo mundo del autor Sir Walter Scott, a menudo considerado el padre de la novela histórica moderna en Gran Bretaña. Su finca en la frontera escocesa celebra la Navidad (se abre en una nueva pestaña) con un toque literario, ofreciendo estancias para grupos en el ala Hope Scott (ocho habitaciones dobles y jacuzzi opcional (se abre en una nueva pestaña)), junto con un programa de cuentacuentos festivos, visitas guiadas y decoraciones de temporada en la casa principal, del 22 de noviembre al 31 de diciembre de 2025. A poca distancia en coche, Scott’s View (se abre en una nueva pestaña), uno de los panoramas favoritos del autor, ofrece una vista panorámica del río Tweed y las colinas de Eildon. En el exterior, los visitantes también pueden añadir a su estancia excursiones con alpacas, golf o tiro al plato.
Si Abbotsford refleja la visión romántica de un hombre, Bowhill House (se abre en una nueva pestaña), en Selkirk, cuenta la historia de una gran dinastía de la frontera escocesa. Sede de los duques de Buccleuch, combina la grandeza con un carácter familiar. Los visitantes pueden alojarse en cabañas, apartamentos o campings, y luego salir a recorrer los senderos del bosque con vistas al valle de Ettrick. En diciembre se celebran eventos de temporada (se abre en una nueva pestaña) dentro de la casa.
Para completar la lista, Carberry Tower (se abre en una nueva pestaña) se encuentra justo más allá de la frontera escocesa, en East Lothian, con historias que rivalizan con las de sus vecinos del sur: María Estuardo, reina de Escocia, se rindió aquí en 1567 tras una rebelión entre los lores escoceses. Hoy en día, este hotel mansión se encuentra en medio de 40 acres de parque, con tés de la tarde (se abre en una nueva pestaña), catas de whisky (se abre en una nueva pestaña) y campos de golf (se abre en una nueva pestaña) a poca distancia. Los jardines paisajísticos invitan a dar paseos invernales y, cuando las luces navideñas de Glasgow llaman la atención, la ciudad se encuentra a una hora en coche.
Experiencias más allá de las puertas del castillo
No todos los recuerdos festivos necesitan una lámpara de araña sobre la cabeza. La región de Scottish Borders permite combinar fácilmente la vida en un castillo con la astronomía, los hoteles con spa y las rutas del whisky por el sur de Escocia y el norte de Inglaterra.
Empiece por mirar hacia arriba. A unos 90 minutos en coche de Kelso, el Observatorio de Kielder (se abre en una nueva pestaña) se encuentra en el corazón del parque de cielo oscuro más grande de Europa, el Parque Nacional de Northumberland (se abre en una nueva pestaña), donde las noches de invierno son famosas por sus cielos despejados. Los visitantes pueden participar en visitas con telescopio, charlas sobre astrofotografía o sesiones familiares de astronomía bajo las estrellas. El invierno de 2025 también trae una nueva sede en el Twice Brewed Inn (se abre en una nueva pestaña), cerca del muro de Adriano, con planetario, telescopios, restaurante y habitaciones para pasar la noche bajo las estrellas.
Y cuando la música se apaga, siempre queda el whisky. A menos de una hora de numerosas localidades de la región de Scottish Borders, Glenkinchie (se abre en una nueva pestaña) en East Lothian es una de las pocas destilerías de las Lowlands. Su centro de visitantes, inaugurado en 2020, guía a los visitantes a través de la historia del whisky de malta antes de las catas en una sala acristalada con vistas al ondulado paisaje rural. Una cálida parada para los días de invierno, que puede proporcionar un animado final a una escapada a Scottish Borders.
